El Café vienés nació en el siglo XVII, cuando los turcos estaban frente a las murallas de Viena, capital de Austria y tomaban todo el tiempo su "kahwe", el cual preparaban en ollitas de cobre.
El olor de esta bebida desconocida fue llevaba por el viento sobre las murallas de la cuidad a los Vieneses, que quedaron facinados; les encantó y quisieron probarlo. De este deseo se aprovechó un señor Kolschitzky, quien vivió de contrabando de armas y licor.
El y su esposa, una talentosa cocinera, decidieron abrir el primer Café Vienés el cual hoy es sinónimo de un ambiente acogedor para disfrutar de un buen café acompañado de una deliciosa pasteleria Vienesa. A los Vieneses que visitaban el Café no solamente les encantó la nueva bebida, sino que también tomaron la Cafeteria como su segunda casa para disfrutar escribiendo, jugar cartas (Tarock, juego tipico de Viena), leer un buen libro, sus correspondencias o un periódico, o simplemente disfrutar con sus amigos.
Algunos pasteles fueron reconocidos mundialmente, como Sachertorte, el cual hoy puede disfrutar en "Das Wiener Café", Costa Rica.
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